Pocos días después caía electrocutada una hembra de águila perdicera, prácticamente extinguida en Aragón, en un tendido eléctrico de la Sierra de la Carrodilla, en Enate, municipio de El Grado. Se da la circunstancia de que el macho de la pareja había muerto electrocutado en Estada, también en La Carrodilla, en septiembre de 2012. La hembra regresó al año siguiente con una nueva pareja. 

Los hallazgos de los cadáveres han llevado a la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos a denunciar el plan de protección del águila perdicera del Gobierno de Aragón y a calificarlo de “absolutamente ineficaz”. Del mismo modo, los conservacionistas recuerdan que las Cortes de Aragón aprobaron una proposición no de ley el pasado mes de noviembre en la que se instaba al Gobierno de Aragón a la corrección de los tendidos eléctricos peligrosos. La FCQ califica los tendidos eléctricos de “trampas mortales para la avifauna que ponen en jaque los esfuerzos de conservación de especies amenazadas”.