Los históricos bajos niveles del embalse de Barasona hacen que la prohibición de la navegación no tenga consecuencias inmediatas, dado que hace tiempo que no se puede navegar, pero hipoteca su futuro de forma preocupante, de no mediar una rápida instalación de la estación de desinfección. Barasona es ya un embalse afectado tipo C.

El mejillón cebra rompe en Barasona su techo de dispersión septentrional, ya que hasta ahora solo se habían detectado ejemplares adultos en La Sotonera, en la cuenca del Gállego, y larvas en los embalses de Búbal y Lanuza. El resto de embalses del Pirineo aragonés en cualquiera de sus cuencas están declarados en riesgo: Yesa en el Aragón, El Grado y Mediano, en el Cinca, y Canelles, Escales y Santa Ana, en el Noguera Ribagorzana, por citar los ejemplos más significativos. Parece que solo es cuestión de tiempo que se propague por todo el sistema fluvial.

La noticia no solo resulta preocupante para las empresas turísticas que aprovechan las aguas de Barasona, sino que también lo es para el sistema de riegos del Canal de Aragón y Cataluña, en el que podría dañar válvulas y obstruir filtros de su moderna infraestructura, algo que ya ha sucedido en el canal de Monegros, y en abastecimientos urbanos.

Para el sector turístico de Barasona, con tres embarcaderos privados, muy castigado por un verano perdido, es un varapalo añadido, pues habrán de afrontar junto al resto de usuarios, la construcción de la estación de desinfección. El embalse hoy es prácticamente un lodazal, al estar con un 13% de su capacidad. 


Si quieres saber más sobre los peligros del mejillón cebra:
http://guadarramistas.com/2014/06/11/mejillon-cebra-dreissena-polymorpha/