Fecha de publicación: 31/10/2018
Sanatorio de Pineta
Originario de Sobrarbe y afincado en Cataluña, el Doctor Isaac Nogueras, se ha convertido en la principal figura de la medicina española en el tratamiento de la “peste blanca” o tuberculosis, y otras afecciones respiratorias. Fundador del Sanatorio de Boltaña en el antiguo Monasterio de El Carmen a comienzos de los años veinte, completa ahora su infraestructura médica con la reciente inauguración del Sanatorio de Pineta, de nueva planta, realizado a través de la empresa Sanatorios del Pirineo Aragonés S. A. que él mismo ha fundado.
El doctor Isaac Nogueras ya fue ponente en el I Congreso Nacional de Medicina celebrado en abril de 1919 en Madrid -4.000 participantes- bajo la presidencia de Santiago Ramón y Cajal, y con la presencia, entre otras muchas figuras, de Don Gregorio Marañón, Pi Suñer y la célebre doctora francesa Dña. Marie Curie, que ofreció una conferencia magistral sobre “El radio y sus aplicaciones”. Participó asimismo como ponente y profesor en el ciclo inaugural de los Cursos de Verano de la Universidad de Zaragoza en Jaca en 1927, a los que Domingo Miral, su director, quiso traer a lo más granado de las ciencias y las letras españolas; y organizó él mismo jornadas de divulgación científica en Boltaña (1925 y 1926) con conferenciantes de la talla de Saúl Gazo o Ricardo del Arco. En este último ciclo se reservó para sí la ponencia: “Causas del letargo altoaragonés”, título que dice mucho del espíritu inconformista y emprendedor de nuestro afamado galeno.
Sanatorio de Boltaña
Sobre aquel claustro dormido desde que Mendizábal desamortizara se levantaron galerías y laboratorios perfectamente equipados (rayos X, sala de operaciones, salas de desinfección...); las celdas se transformaron en habitaciones confortables y surgieron espléndidos salones, donde el billar y el ajedrez han sustituido a la meditación. Aunque casi todo lo que se prescribe está fuera –sol, ambiente seco y sana naturaleza de montaña- dentro se percibe el tantísimo dinero invertido en beneficio de pobres y adinerados. Nogueras no tuvo bastante con el prestigio ganado en Cataluña y quiso dedicar su capital y su talento “a la obra más beneficiosa para el solar de sus mayores, curar a sus enfermos en su propia tierra”.
Los menos ya no tendrán que viajar al extranjero a reponerse de sus dolencias; los más tendrán por fin un sitio económico al que dirigirse gracias a la variedad de los hospedajes y a la participación de instancias como la Diputación Provincial, que desde hace varios ejercicios consigna en su presupuesto la cifra de 15.000 pesetas “para el pago de tres camas en el Sanatorio de Boltaña, que podrán ser utilizadas gratuitamente por enfermos tuberculosos pobres de la provincia. Asimismo se consignan 5.000 pesetas para el pago de medias pensiones que podrán ser disfrutadas por individuos de la provincia que padezcan la referida enfermedad y que no tengan familiares con rentas superiores a 5.000 pesetas anuales”.
Sanatorio de Pineta
Cerca de doscientos invitados asistieron el pasado 21 de junio a la inauguración del Sanatorio de Pineta, obra del notable arquitecto catalán, señor Porqueras -autor del moderno Hospital de Lérida- un centro con capacidad para 64 enfermos de clase menesterosa y media, y 55 para enfermos de clase acomodada. De entre los asistentes destacaremos la nutrida comitiva médica. De Madrid llegaron los doctores Calandre, Pascual, Fernández Criado, García Andrade, García Díaz, M. de Carero y Piniés, entre otros; de Barcelona, los doctores Corochán, Criel, Xalabarder, Armangue, Rovira y A. Nogueras; de Zaragoza, Aznar Molina, Gascón y Marín, Val Carreres, Teixeira, Cepa, Palomar de la Torre, Galán, Fernández García y Fernández Aldama; de Huesca, los doctores Bara, Echeto, Carderera, Ponz, Loste, García Bragado, Ferrer y Lafuente; de Pamplona, González Boza, Ezquieta Arce y Goñi Nagore; de Lérida, Pujadas, Bordalva, Cava, Porqueras, Alonso, Aragonés, Biosca y Prim. La lista de facultativos de las comarcas altoaragonesas sería demasiado amplia. Otrosí cabe decir de la lista de autoridades.
El centro está rodeado de extensísimo pinar y bien resguardado del viento, y dotado con todos los elementos de la lucha antituberculosa –verdadera plaga de la sociedad moderna- “que hemos podido aprender en los más afamados sanatorios de Suiza”.
Uno y otro, Boltaña y Pineta, separados por apenas 40 kilómetros, se complementan entre sí. En Boltaña, a 650 metros sobre el nivel del mar, los enfermos permanecen en periodo de observación y aclimatación para después ser trasladados a Pineta, a 1.400 metros, cuando están preparados para el clima de altura. Uno y otro están dirigidos por dos médicos internos, asistidos por las Hermanas Carmelitas –la vinculación de la orden al antiguo monasterio ha tenido su peso- y coordinados por el Doctor Nogueras, especialista de fama mundial en el aparato respiratorio.
Nota de la redacción
El sanatorio del Carmen de Boltaña se construyó sobre el Convento o Monasterio del Carmen, datado en el siglo XVI. Tras la desamortización, la propiedad pasó a manos de Enrique Gistau, diputado provincial, que la denominó Villa Carmen, tal y como refleja Lucien Briet. A partir de 1938 fue noviciado jesuita. Desde 2006 es un hotel de la cadena Barceló. El de Pineta fue construcción de nueva planta. En la Guerra Civil fue usado por la 43 División, bombardeado y destruido por el enemigo en 1938. Uno y otro fueron posteriormente adquiridos por la Mutua La Alianza en 1948. Desde 1964, el sanatorio de Pineta es utilizado para las Colonias del Padre Turull, de las Escuelas Pías de Cataluña. En la actualidad es un albergue juvenil de la misma orden
Reportajes extraídos de: la colección "Almanaque de los Pirineos" de Pirineum editorial
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